ALEMANIA 1959-MEXICO 1997-ITALIA 2011

Desde el 1997 en que llegaste a México, hasta nuestros días, recorriendo las calles del DF. ¡Vaya un trajín!. Y allí sigues viendo generaciones de Vochos, como allí los llaman, pasar y circular. Parcheados, decoloridos los unos. Llenos de remiendos y luciendo colores de taxis locales los otros. Algunos, los menos, corrieron mejor suerte o simplemente, al haber sido fabricados después se encuentran en mejor estado.



Y sí, lo sé, siempre me lo dices, que la chapa de ahora no es la misma, que disminuyó su grosor en los 90 por la reducción de costes. Que los motores de injección no han salido muy buenos y que los últimos de carburación dan muchos problemas. Y no lo pongo en duda. Pero acuérdate que los primeros hasta bien entrados los 80 no eran galvanizados y se pudrían sin remedio con la humedad. Que para lo que llueve en DF no será significativo y a las pruebas te remites. Cierto que los dejaron de hacer hace tiempo y se siguen viendo por todas partes. Que hay multitud de repuestos. Y de engendros, permíteme.

Claro que ahora dirás que son el coche perfecto, que de la necesidad se hace virtud y que lo de una añada encaja en un chasis de otra y que si el molinillo se puede sustituir… …Por el de un 911, déjame que te diga. Y el motor entero por el de un 914 912 o 911 de primeras series. Con un poco de maña se puede ir más allá.

Pues este fue construido en 1959 en Alemania. En tu familia, en México, lleva desde el 1997 y ahora, en 2011 pasa a un amigo mío italiano que lo hará retornar a Europa en unos meses. Y está restaurado bien, no con mimo excelso pero correcto y bien. Cierto que la pintura no está excelente, y no me lo discutas. Está bien, pero en las bisagras podrían haberle puesto más esmero.

Es verdad que en cuanto te montas en él se respira otro aire. Te trasladas a un escenario distinto. Su ronroneo y su andar nada tienen que ver con lo que se vé hoy en día. Nada de electrónica. Intermitentes que salen de su anclaje para señalizar la maniobra y vuelven al desactivarlos a su lugar de origen. El claxón ahogado propio de esos tiempos. Los pedales que hay que pisarlos pues salen del suelo. El acelerador de rodillo que hay que apretarlo. Debemos carburarlo para dejarlo fino y que respire bien pero está contento con su nuevo dueño. Eso, se vé.

No te diste cuenta como nos miraba con su cara triste cuando lo dejaban en aquel garaje. Yo recorría su interior, sus bajos, aletas, bisagras, puertas cristales, capó delantero, trasero, tambores de frenos, amortiguadores… todo, en busca de fallos. Sin embargo notaba que al pasar la mano por su pintura en busca de bultos, defectos y demás , el coche se movía. Eso parecía. Acariciar su volante de vaquelita blanca similar al nácar pero no lo es. El salpicadero con lo imprescindible. Espacioso. Estábamos de pié frente a él mientras nos mostraban los papeles y verificábamos los números de chasis y de motor y la placa de vehículo histórico y era como si nos observara. Mirabas sus faros y… me recordaban a mi vespa cuando la dejo en el garaje; parece que me sigue con su pequeño faro hasta la puerta del acceso de peatones en que me giro de repente y ella dobla el manillar de golpe, apaga su luz y se hace la loca jajajajaja.

Ahora está contigo. No tienes carnet mexicano y espera en su nuevo garaje a ser conducido. Tenemos que hacerle alguna cosilla como repasar algún remate de pintura y ponerlo a punto. Por lo demás no dará más que alegrías. Pide ser conducido con cuidado pero con energía. Marcar las marchas bien desembragado. Sin forzar pero haciendo la hache como corresponde. Acelerar e pisar el pedal, usarlo, no acariciarlo pero sin forzar. La dirección no es asistida ni falta que hace, con el motor atrás el tren delantero es bastante liviano.

Su color sobrio, como su diseño pese a las redondeces y curvas marcadas que a mi juicio está hecho con gran precisión y armonía.

Larga vida al escarabajo que ahora desmontado, galvanizado y pintado no tendrá que sufrir los ataques del agua y sus consecuencias. De motor bien armado y con todos los elementos originales que no reemplazados por otros de otros modelos y años distintos.

Esperamos disfrutarlo en los días que estemos allá y en los siguientes en que nos encontremos de nuevo en Europa.