
Una gran moto incomprendida por varios motivos pero, a mi juicio el más importante fue la ausencia de maletas integradas a las que BMW nos tenía y tiene tan acostumbrados y que se echaban en falta a la hora de viajar con pasajero(solucionable tomando elementos de la casa, ver imagen).
Nació en 1988, pero no se comercializa hasta el 1989. Toda una revolución con todas las letras pues a la estética rompedora se le añadían refuerzos importantes a nivel de chasis con respecto a la K100RS que tomaba como base. Nueva gestión electrónica de motor. Integrada, de marca Bosch y apellidada Motronic. Similar a las que montaba BMW en sus modelos E30. Paralever como transmisión final. Heredada de la R80 y 100GS. 100 caballos de potencia, una culata de 16 válvulas. Nuevas bobinas de encendido. Horquilla delantera y suspensiones delanteras y traseras endurecidas y reforzadas. Solo un pero a su cuatro cilindros dado su carácter, el vacío en medios a cambio de la “patada” en alta que hacían de que su conducción no resultara tan “fina y lineal” en cuanto a respuesta de motor claro. Manillar ancho, plano y bajo, por encima de la tija. Un coeficiente aerodinámico de excepción en aquel entonces (0,38Cx), y una velocidad punta alcanzada en el Nurburgring de 240KM. Postura de conducción similar a las de las RS de la época pero con una estabilidad irreprochable, Solo una condición al respecto, que el firme estuviera impecable.
Con complementos de viaje ad hoc como las bolsa trasera y sobre depósito la hacían mejor en esta disciplina que sus competidoras japonesas.
Lugar para el pasajero confortable.
Me siento afortunado de que me acompañes en mis rutas.