...Por alguna razón que entiendo encuadrada dentro de este año tan particular, por llamarlo de algún modo, me acordé de tí mas de lo habitual. Te pensé. Sonreí.
Siempre eres un buen recuerdo. De un tiempo que se ha ido difuminando con el paso de los años. Ya no quiero saber cuántos. Y en el que tú eras de lo mejor del mismo. Eres un dulce y calmo pensamiento hasta este momento…
Te ví por primera vez y me pareciste inalcanzable. Todo en aquel tiempo lo era.
Durante años formaste parte del universo de los sueños. Aunque hubiera otras antes.
Muchos tiempo después, regresando de nuevo a España tras vivir fuera, te encontré. No lo dudé ni un instante.
Hasta la vejez y mas allá, dijimos. Teníamos un proyecto juntos. Cabo Norte.
Me marché de nuevo pero regresé pronto. Aun tuvimos ocasión de seguir viviendo aventuras juntos.
Te dejé aparcada después. Lo que parecía un paréntesis con promesa de vuelta se volvió indefinido.
Volvería por tí pero no lo hice.
A veces pierdo la consciencia y no sé si fué verdad.
Hace poco volví por un espacio corto de tiempo. No tuve el valor de mirarte de frente. Sabía que te marchabas pero tu no. Había traicionado mi promesa.
Retiré la lona que te resguardó del polvo. No sin dificultad te subieron al camión que te llevaría a tu nuevo destino. No puedo creer que esto esté pasando. La ciudad entera se nubla en esta mañana pese al sol de los días pasados y un viento frío se adueña de la calle mientras te cargan. Miles de imágenes de rutas, de amigos y toda mi vida pasada en la que fuera mi casa y la tuya van pasando delante de mí.
¿Qué será de tí?.
Queda todo tan difuso...