10.02.21
Es cierto que cuesta ser optimista porque seguimos confinados (en mayor o menor medida según la geografía en unos casos y la voluntad propia en otros).
El hastío y la hartura a veces nos colman y nos nublan la vista.
Hay un hecho cierto. Esta situación pandémica va a pasar. Y nuestra capacidad de adaptación. La tuya y la mía, son infinitas. Asombrosamente nuestra plasticidad mental es enorme. Y la podemos llevar a donde queramos y casi por donde queramos.
¿La receta? Sueña.
Alimenta tus sueños. Planea. Lanza la vista lejos y deja que la mente vuele. Déjala viajar. Estás Vivo. ¿No es maravilloso?