“…cuándo deja uno de existir?
Hace tiempo que tu luz se apagó.
Dejaste el escenario en el que a tantos y tantas veces, invitaste a subir. Allí donde soñamos, nos divertimos y compartimos momentos de gran felicidad.
A todos nos hiciste protagonistas. Nos diste un lugar, nuestro lugar. Gracias por tu generosidad
Creaste un lugar mágico que creímos trascendería a tu desaparición involuntaria de la escena, de la calle…. pero no fue así. Mantenía el encanto de los recuerdos, de la piedra, de la ubicación, de la construcción en sí misma, pero no eras tu. No era suficiente sin tí.
A tu querida compañera alguna vez encontré en la calle y, con esa mezcla de dolor por tí y alegría por veron, lloramos tu reclusión forzosa que te apartó de la vida, de tus amigos, de ese escenario donde aprendíamos a vivir y compartíamos muchos tanto.
Hoy, tu segunda desaparición.
Pasas al eterno descanso.
Se acabó sufrir, se marchó el dolor.
Dios deje paz a quienes te han acompañado en ese tiempo oscuro y triste.
Dios te reciba y te devuelva esa alegría, ganas de vivir en tu nueva dimensión y felicidad a raudales. Como la que nos regalaste por tanto tiempo.
Bebimos, comimos, reímos, cantamos, compartimos y soñamos. Contigo. En ese ambiente único que tu y Maribel nos procurasteis.
Queixo, pan e viño. En Ourense, Galicia.
Un lugar que hicisteis único vosotros. Tu.
Mi querido amigo. Manoli.
Descansa en Paz. En la siguiente, cuando te alcance, volveremos a reir!!! “